miércoles, 5 de mayo de 2010

Cap.11 Volviendo a Wilmington

POV John





Las cosas resultaban extrañas todo era tan idéntico, los muebles, los libros la única diferencia era que antes de regresar al pasado todo se veía excesivamente viejo, también las chicas que veía atravesar el pasillo se parecían lijeramente a Abbe y a Maddy.
Abbe siguió a las dos chicas a través del pasillo, Maddy caminó después de ella y yo al final. Me sorprendía cómo la casa siguiera tal cual en nuestra actualidad. Me adelanté para ver a las chicas las cuales parecía que sus nombres eran Gladys y Esther.
En el cuarto continuo había un gran sillón en donde Esther se sentó Galdys tomó un montón de cosas y las puso sobre el sofá, luego se sentó a lado con ese vestido tan levantado, como del siglo XVI.



Volteé a ver a Abbe, ella sonreía con una mirada inspiradora hacia las dos chicas; aspiró un poco de aire haciendo que sus pulmones se hincharan. Me perdía en su rostro ¿Cómo podía hacerlo? Apenas y la conocía, era un sentimiento tan dichoso y extraño para mi, era simplemente diferente a las otras chicas, era única. Abbe me volteó a ver como si supiera lo que estaba pensando, me sonrió y señaló con la mirada a Esther y Gladys, me costaba tanto concentrarme en otra cosa que no fuera Abbe pero lo intenté y volteé mi mirada hacia las dos hechiceras.



Ellas decían palabras inentendibles, en el cuello tenían- cada una- un collar con un dije con una forma de atrapasueños iguales a los de Abbe y Maddy; los tomaron y los entrelazaron una en el dije de la otra. Entonces un resplandor atravesó el cuarto y de repente unos hombres entraron a la casa.



-Ya vienen para acá, -gritó uno de ellos- tienen que parar, las van a acusar de brujería!



Y entonces regresamos a la normalidad. Estabamos tirados en el suelo de la sala donde nos encontrábamos cuando Maddy encontró el anillo.
Maddy soltó el anillo el cual cayó y se rompió como cristal al tocar el suelo. Volteé a verla petrificado por lo que había hecho. Abbe se paró para no hablar de lo que acababa de pasar y cambió de tema:
-Es tarde, deberíamos de irnos.-dijo un poco tímida.







Nos situábamos en la parada del autobus Abbe y yo mientras Maddy se encontraba  en el baño para después ella ir a comprar las entradas. Volteé a ver a Abbe, no conseguía lo contrario.



-Que vida tan loca ¿no es cierto?-dijo sonriendo nostálgicamente.

-No, supongo que yo la llamaría divertida, más que la de las demás personas.- Ella me golpeó en el  brazo bromeando aunque ni siquiera lo sentí, no le dije nada- ¿Anne?



-¿Sí?



-Tú...ammm tú... -mi palabras no salian de la boca, y mágicamente fui salvado por Maddy.- Oh,¡Maddy! emmm ya subamos al camión.-dije tratando de cambiar el tema drásticamente esperanzado en que ella olvidara lo que hacía unos minutos balbucié.



-Ya es hora, vamos o perderemos el autobus -dijo Maddy volteándose hacia los camiones para ubicar el nuestro.-Es ese, ese de allá -lo señaló y comenzó a avanzar, Abbe y yo la seguimos subiendo al camión todos llenos de lodo. Las miradas de los que ya estaban adentro nos siguieron criticando nuestra suciedad, Abbe me volvteó a ver y me hizo una mueca de pena, yo negué con la cabeza y la reconforté con un: "Te ves muy linda toda enlodada". Ella rió y siguió hacia los asientos. Cada fila tenía dos asientos, Maddy se sentó en la fila de la izquierda donde el asiento de la ventanilla estaba ocupado, luego seguéa el pasillo y luego otra fila, donde nos sentamos Abbe y yo.



Pasaron treinta minutos de viaje para que Abbe se quedara totalmente inmersa en un sueño, estaba dormida, se veía tan inoscente, tan especial. Sonreí ante la idea de que estuviera a mi lado, no quería que esto acabara, simplemente me dolía pensarlo. Entonces noté como su cabeza se inclinaba hacia mi hombro y descansaba sobre él, entonces volteé a ver a Maddy pero ella también estaba dormida así que decidí hacer lo mismo y recargé mi cabeza delicadamente sobre la de Abbe, hasta yo perderme en mi sueño...





Al llegar a Wilmington, Abbe se despertó lo cual causó que yo también lo hiciera, le sonreí y me estiré un poco. Maddy parecía que estaba despierta desde hace ya un buen rato.



-¿Por qué durmieron tanto? No pude hablar con nadie, fue tan aburrido.- Abbe puso los ojos en blanco y después sonrió. Bajamos del camión. 



-¿Quieren ir por unas malteadas? Muero de hambre- dije mientras Abbe y Maddy reían.



-Claro, hay que alimentar a este pedazo de músculo- dijo Abbe mientras yo la volteaba a ve sin confianza- Es broma.- dijo sonriendo. Eso me tranquilizó.-Pero antes debo ir a casa y de paso me tengo que ir a cambiar. Aparte esta muy cerca, y Maddy esta a lado de mi casa.



-Pues la mía sí está lejos, pero yo puedo ir así.



-Yo te daré ropa-dijo Abbe- no te preocupes.

2 comentarios:

  1. hola nena!! me paso rapido!
    ya lei! me encanto!!
    cada vez se pone mas interesante con todo lo que va pasando!!!
    adoro a los personajes y como actuan..
    espero que subas pronto!
    besos<3
    nos leemos

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